martes, 29 de junio de 2010

Piscina.

Un lugar vació, un colegio o un polideportivo o ,sencillamente, un sitio grande, un sitio muy grande, desértico y deteriorado por el tiempo.
En la parte de atrás, una piscina bastante profunda sin agua. Se puede distinguir que originariamente las paredes de este rectángulo eran azul claro, pero ahora gracias a los seres de vida más insignificantes se ha vuelto verde y mohosa... distinta.

Yo, estoy en el centro de esta piscina, tumbado en un colchón viejo, mi colchón de siempre. Miro al cielo, y este está totalmente aglomerado de nubes, y aun así el sol sigue entrando vete a saber tú donde. Antes de ser capaz de pensarlo, llueve, cae la lluvia, la lluvia caliente, y estas gotas misteriosas son gruesas y llegan con fuerza.

Todo cambia, cambia mucho más de lo que nadie se puede imaginar, el olor es precioso, humedad, el arte de lo mojado y de lo vivo, el tacto es glorioso notar como cada parte de mi cuerpo es acariciado, la sensación..., toda mi ropa empapada y mi cara sonriente.

Esto solo fue un intento patético de explicaros como ha sido la sensación de ver llover, algo que no sucedía, algo que no sucede en mi mundo, nunca sucede pero parece ser que me puedo equivocar.

Me gusta equivocarme si es preciso.

martes, 15 de junio de 2010

Tonterias.

Hace tiempo que no saco historias de la sonrisa de las criaturas más bonitas y me parecen que no es bueno.
Pierdo inocencia con el paso de las desgracias y la poca que me queda esta dentro de una urna de cristal esperando destaparse, perdiéndose así, o mejor dicho gastándose, en otra alma que la quiera transformar. Y la verdad es que no esta bien pensar así, es demasiado cínico, porque aunque diga esto, sigo siendo feliz sigo dando abrazos a los amigos, sigo queriendo ver nuevas almas agazapadas en mis sabanas.

Todo esto y más, crea la sutileza de una nube, y se evapora quedando su marca, es difícil hablar de nada queriendo decirlo todo, y creo que ese es el enigma del alma perdida, del poeta decadente, o del vagabundo a secas.

Solo quiero hablar del día, un día mas o menos gris, como cualquier día en el que suceden desgracias. Jóvenes reunidos al compás de una mesa circular, con una Pipa de agua en el centro, fumando y hablando de lo espiritual en la vida. Yo llevaba casi un litro de cerveza bebida debido al calor aplastante que sufría mi cuerpo y parte de mi alma, se que la bebida nunca sera una solución, un día es un día, solo un día. Lo circunstancial del momento es que llego una compañera de mi mejor amigo de bellas artes a la mesa, se unió, era una joven algo alocada que casi parecía tener que demostrarlo. Hablaba muy rápido y decía cosas aun mas rápido, una tiradora nunca de élite pero siempre dispuesta a un tiroteo.

Uno de los pensadores que me acompañaban ese día era estudiante de filosofía, y dado el desconocimiento de este dato por la joven alocada esta decidió preguntarlo, así pues dijo "¿y tú qué estudias?".
El objetivo de dicha pregunta se quedo varios segundos pensandos hasta que se decidió a alargar tan sencilla pregunta "¿que crees que estudio?".
Varias frases, muchos fallos, al final lo dije yo
Que bien, que absurdo el momento, francamente.
Yo pregunte, sin animo de burla y solo curiosidad "¿y tú que crees qué estudio yo?", cara de duda durante un instante corto "tu, estudias la vida".
Claramente, fue la mejor definición de mi personalidad o una manera de demostrarme que no le importaba lo más mínimo, pero de lo que estoy seguro es que rara vez me han calado tan rápido y tan bien, seguramente me estoy volviendo predecible.

No quiero hablar de sacos, ni de nada tan disparatado. Pero solo quiero hablar y a veces, cualquier tontería es bastante para abrir la boca y a veces puede salir algo interesante, o algo de verdad.

sábado, 5 de junio de 2010

Sentimiento de culpa.

Recordar
plasmar facciones
en esquinas de viento,
y dejar que la mente
observe.

Buscar
dientes
en cada
sonrisa
y empatizar pensamientos semejantes.

Partir, inmiscuirse
por zonas escondidas,
aceptarlo imprevisto
del futuro.

Dominar,
todo aquello que te agarra
y demuestra
todo por lo que existes
todo de lo que eres capáz.

[Para] terminar
saber
que no podías
extender
aquello por lo
que luchaste,
y exprimir al máximo
ese sentimiento
que es vivir.

Soledad acompañada

Estas solo, no hay nada cerca de ti, no hay calor humano.

Gente que ya no Entran, pero que en su día entraron.

Cronopios.

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